
La compañía alega que sólo se debe retrasar la llegada del vehículo la primera vez que se usa la aplicación con las nuevas condiciones de uso
La compañía de alquiler de vehículos Cabify no aplica los 15 minutos de demora que exige la nueva ley valenciana a partir del segundo servicio solicitado por el cliente. Esta actuación esquiva la obligación impuesta por la Generalitat y, según explica la empresa, se basa en que, cuando el usuario aceptó los nuevos términos y condiciones por el cambio legal la pasada semana, sólo tuvo que esperar 15 minutos en la primera contratación. De este modo, ya no tiene que hacerlo en las siguientes, al formar parte de un mismo contrato de servicios.
Esta VTC, que opera a través de su filial Miurchi Car, mantiene su presencia en Valencia y Alicante tras la modificación de la norma que se ha hecho efectiva desde el 1 de abril y que llevó a su principal competidor, Uber, a dejar la actividad.
Cabify aseguró que había adaptado su modelo de negocio en la Comunitat a los requisitos introducidos por la Generalitat y que incluyen esa espera o la prohibición de geolocalizar los vehículos disponibles para que el usuario pueda conocer la distancia a la que se encuentran.
Voluntad de litigar
La compañía ya indicó que la continuidad en Valencia y Alicante no implicaba su conformidad con esta regulación «altamente perjudicial para la movilidad y para la libertad de elección de los usuarios».
Cabify suprimió su actividad como agencia de viajes, que se venía utilizando hasta ahora en todas las ciudades salvo Barcelona, y opera ya como lo hacen las empresas de transporte contratadas por hoteles y otros servicios similares del sector VTC tradicional.
La adopción de este nuevo modelo se asienta en el convencimiento por parte de la empresa de que la situación será transitoria, y de que el Decreto ley aprobado por la Generalitat será declarado inconstitucional y revocado por los tribunales en un futuro próximo.