
Una de las mujeres, Melania, asegura que está «cansada de ser tratada como un objeto sexual», y asegura que este tipo de violencia es «habitual».
Melania Geymonat, de Urugay, y Chris, de EEUU, acabaron con la nariz rota y la cara ensangrentada y amoratada por no seguir las instrucciones de varios hombres en el autobús, que decían que querían que se besasen.
Melania cuenta en Facebook que los hombres les pedían que se besasen «para su deleite, diciéndonos lesbianas, aludiendo a poses sexuales y demás cosas que no recuerdo, haciendo gestos con sus manos mientras se divertían diciéndonos «scissors» (tijeras)».
Ellas les dijeron que les dejaran en paz, y fue entonces cuando comenzaron a lanzarles monedas. Melania asegura que «lo siguiente que recuerdo es a Chris en medio de ellos mientras la golpeaban. No lo pensé, y me metí, empujándola atrás e intentando defenderla, así que comenzaron a pegarme a mí también», según recoge Metro.